La artista alavesa Beatriz Perales lleva «Nemesyz» a ARTgia

Además, la actriz Belen Nevado presenta el micro-vermouth-teatro «Que corra la sangre», los domingos de marzo

La sala estrena nuevo horario: de 09:00 a 14:00 y de 18:00 a 20:00

GASTEIZ. ARTgia sorgune & aretoa vuelve a apostar por la visibilización de las mujeres artistas alavesas. Así la apuesta expositiva para marzo, está muy marcada por el Día de la Mujer y la huelga feminista a la que la sala también se ha sumado. «Dos mujeres vitorianas son las protagonistas de este mes: la artsita visual Beatriz Perales y la actriz Belen Nevado», explica Irantzu Lekue, responsable del espacio.

Perales presenta la exposición individual «Nemesyz», que fue becada por la propia sala a través de la convocatoria #EmART de producción, difusión y exposición de obra. Una convocatoria que, como recuerda Irantzu Lekue, responsable de ARTgia, tenía como objetivo “situar a la mujer artista emergente de Araba en el centro del ecosistema cultural”.  El proyecto pudo llevarse a cabo gracias al apoyo económico del INJUVE y el jurado seleccionó las propuestas de Marina Suárez, Beatriz Perales y Sara Berasaluce, las tres artistas de Vitoria – Gasteiz. Esta primera convocatoria promovió la producción, exposición y difusión de obras creadas por mujeres artistas alavesas: es decir, “lograr que las mujeres artistas de Araba puedan exponer, que puedan crear y, sobre todo, que sus trabajos puedan ser visibilizados”, explica Irantzu Lekue. Con «Nemesyz» partiendo de los conceptos revolución, realidad y resistencia, Perales ha generado un imaginario propio como nuevo punto de partida para la creación de nuevas identidades de individuo.

El proyecto primigenio de Perales tiene su base primordial en la invisibilización de la mujer dentro de los movimientos revolucionarios y antisistema. «Lo que pretendo mediante esto es dar un espacio de visibilidad y reconocimiento a las personas que han sido veladas por la historia heteropatriarcal».

«Ya que la historia está contada desde un prisma plenamente masculino, como he dicho con anterioridad, lo que yo voy a hacer es contar mi propia realidad, todo ello vinculado a una serie de objetos desvirtuados de su propio contexto». «Hago acopio de un cúmulo de objetos vinculados a lo revolucionario o de guerrilla y los descontextualizo y me reapropio de ellos dándoles un significado distinto».

«El pasamontañas o máscara, siempre para cubrir rostros y mantener el anonimato, me resulta un objeto muy potente y con muchas connotaciones tanto positivas como negativas, las cuales le otorgan un plus para obtener distintos resultados mediante su uso». En mi caso, quiero apropiarme de este símbolo de revolución para desvincularlo de lo únicamente CIS-Heteropatriarcal masculino y otorgarle otros valores para con las luchas más invisibilizadas y minoritarias.

Según explica, «tomar lo puramente kistch y aunarlo a un objeto tan radical es para mí una ruptura con esas masculinidades generadas alrededor de lo revolucionario. Juntar aquello que es considerado como plenamente femenino o no masculino, y algo tan potente como el pasamontañas y que esa unión confluya con todo lo repudiado por la sociedad establecida». Esto es únicamente un ejemplo de las intervenciones realizadas en distintos objetos, es un reflejo y un aperitivo con respecto a todo el constructo generado en lo que podríamos llamar  mi idea de sociedad utópica.

Hibridación artística

Pero junto a la propuesta expositiva de Beatriz Perales ARTgia vuelve a sus orígenes con la hibridación entre artes. En este caso las escénicas que correrán a  cargo de Belen Nevado y las visuales, con obras de Yohanna Barea. «Que corra la sangre, es un grito de liberación que se refiere a nuestra sangre menstrual, la única sangre derramada por nosotras cada mes», explica Nevado.

«Ésta pieza de micro-teatro, trata de dignificar éste proceso natural, con la idea de re-conectarnos con nuestro cuerpo, y de dar respuesta a todos estos mensajes que nos llegan del exterior y que de una manera indirecta nos están culpabilizando de un hecho que ocupa gran parte de nuestra vida: que no huela, que no traspase, que no se note, ponte un tampax, tómate un ibuprofeno y píntate una sonrisa de rabiosa actualidad», explica.

Además subraya, «en los anuncios publicitarios representan la sangre de color azul, y por lo visto, la vagina nos tiene que oler a aroma de rosas, de alguna manera han conseguido que sintamos desprecio hacia nuestro periodo menstrual, que lo ocultemos». «Cuando nos referimos a la regla, empleando un lenguaje despectivo, está demostrado que nos afecta de modo negativo, y es aquí donde reside gran parte de la pérdida de nuestro poder».

Nevado apuesta por ampliar las miras y se fija en las comunidades matriarcales, «la menstruación se consideraba algo sagrado, curanderas, chamánas, adivinas, sacerdotisas … Trabajaban para la comunidad, en especial cuando estaban menstruando, sin embargo hoy en día, se ha convertido en una especie de maldición». Explica como los hombres de las primeras sociedades patriarcales, se vieron amenazados por éste poder que ejercían las mujeres «y de ahí surgieron un montón de mitos estúpidos, sin ninguna base científica, que aún hoy en día se siguen sosteniendo». Lejos de celebrar la menarquía -la primera menstruación-, cuando a una niña entre 9 y 14 años aproximadamente le viene la regla, «le cae un aluvión de frases lapidarias, y tampoco se verá libre de escuchar, al margen de la edad que tenga, que ya es una mujer, al parecer, según esta teoría, cuando te llega la época de la menopausia, dejamos de serlo».

«Que corra la sangre» es un espacio teatral para desmontar estas falsas creencias «y conocer algo mas sobre nuestro ciclo vital, a través del humor, sin complejos y sin hacer ascos, aceptamos que la sangre forma parte de nuestras vidas».

Copa menstrual

El uso de la copa menstrual, es otro de los puntos fuertes de esta pieza, donde se cuenta las peripecias sangrientas en las que nos vemos envueltas las usuarias de este estupendo invento, que apareció en el mercado allá por el 2006.

En un principio no tuvo mucho éxito, ya que el contacto con la sangre es mucho mas directo, y no parecía que encajara con el código moral impuesto, «Fueron nuestras vaginas las que agradecieron que dejáramos de taponarlas, fueron nuestros ovarios los que dejaron de dolernos, fue nuestro útero el que se liberó de una presión inaguantable», explica . Los domingos de marzo, con pases a las 13:30 y a las 14:30… que corra la sangre, que viva la menstruación!!!

Beatriz Perales Fernández de Gamboa (Gasteiz, 1991)

Artista interdisciplinar, se mueve entre lo plástico y lo audiovisual. Graduada en Bellas Artes con la especialidad de Creación y Diseño por la UPV/EHU, también es Técnico Superior en Gráfica Publicitaria y Artes Plásticas, y tiene un posgrado en Arte Contemporáneo, Performativo y Tecnológico.

«Me gusta generar cataclismos entre lo establecido y mi propio imaginario. Revolución, realidad y resistencia son las tres “R”s que definen mi trabajo. Aunque también realizo proyectos más experimentales con una finalidad inconcreta, simplemente por el amor al arte». «Soy una artista multidisciplinar que se mueve entre lo audiovisual, la costura y lo puramente plástico. Exploro lo musical más puro pasando por lo experimental más psicotrópico». «He sido participe de múltiples exposiciones colectivas, charlas y organización de eventos artístico-musicales». «Actualmente me hayo más inmersa en lo musical, más que en lo plástico-artístico, pero siempre abierta a fusionarlo todo para tratar de conseguir un todo».

Belén Nevado (Badajoz, 1969)

En 1994 finalizó sus estudios de Interpretación en el Taller de Artes Escénicas de Vitoria – Gasteiz de la Diputación foral de Araba y el Gobierno Vasco. Trabaja como actriz en diferentes compañías de teatro. En 1999 funda la Compañía “Detritus teatrus” con Javier Huete.

Crea espectáculos, talleres y piezas de micro-teatro2 en los que se trabajan técnicas teatrales para favorecer el empoderamiento de las mujeres como el «Teatro de la Oprimida».

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