MURALISMO PARA LA TRANSFORMACIÓN SOCIAL Y DEL ENTORNO
Creación de experiencias
¿Y si convertimos las paredes en ventanas que proyecten lo mejor de la sociedad? ¿si hacemos que sean reflejo de sueños, de esperanzas, de luchas y éxitos? ¿si conseguimos que se conviertan en instrumentos palanca para la transformación social? Ese es nuestro objetivo: avanzar en el muralismo transformador para mejorar la sociedad: por dentro y por fuera.
Las ventanas las que muestran las vida cotidiana. Las fachadas hablan del lugar en el que nos encontramos. Rastros de los carteles arrancados, la limpia piel de los edificios de nueva construcción, los largos muros ennegrecidas por el humo de la industria, las paredes conquistadas por la naturaleza en los verdes prados, las abandonadas, olvidadas y escondidas bajo litros de sprays…La sociedad altera el entorno constantemente. Sin embargo, el proceso puede ser invertido: las paredes se pueden convertir en motor de cambio para la sociedad. Para eso trabajamos.
El muralismo transformador se basa en el muralismo participativo… para mejorarlo y cambiar la forma de entender lo que nos rodea. Las personas se convierten en generadoras de dicho cambio y pasan a ser nuevas comunidades creativas. Para lograrlo el proceso consta de dos ejes: la colaboración y el arte. A la primera le corresponde el motor creativo: con la participación, interacción y decisión de las vecinas y vecinos. Así la imaginación y la comunidad superan al individualismo, así se crean nuevos vínculos, nuevos puentes entre personas alrededor de la imaginación y el arte.
El pintado y diseño del mural junto a las vecinas y vecinos provoca un desarrollo en dos vertientes. Por un lado, la comunidad pas a tener un objetivo común y conviven, durante un proceso que se alarga durante días o semanas remando hacia en el mismo sentido. Las personas se interrelacionan sin filtros. No hay importa la edad, la condición social, el centro escolar, la procedencia…
Por otro, con el diseño participativo del mural se produce una investigación exhaustiva del entorno, de las historias del lugar que habitan, un nuevo suelo común para todas las personas que participan. Así se mantiene viva la memoria del lugar y se transmite a las nuevas generaciones.
El proceso del diseño y elaboración del mural puede alargarse durante días o semanas: depende de la climatología y del tamaño del muro. El resultado final en cambio permanece durante años en el espacio, transformando el entorno y otorgandole nuevos valores y experiencias a quien se encuentre ante él. Mediante colores e imágenes vinculadas al espacio, recordando las sinergías y experiencias vividas por los participantes y colaboradores/as. Para el orgullo del barrio que ha colaborado. La ventana a una comunidadque ha sido capaz de mejorar su entorno por dentro y por fuera.
ARTE
El arte es un medio excelente para transformar y humanizar los espacios. El muralismo participativo, además de sus cualidades estéticas, tiene una fuerza que empuja al cambio. Esto viene producido por el proceso colectivo – creativo: reflexiones, decisiones sobre la temática, la composición… Así, en comunidad se decide con que técnica se llevará a cabo el mural. Un mural que transforme, que mejore el entorno a través del mosaico, del collage, de los relieves…
PARTICIPACIÓN
El equipo es la fuerza motor. La que es capaz de cambiar nuestro mundo, nuestra realidad. El motor del trabajo creativo. El proceso participativo le da valor y sentido de comunidad creativa. Se refuerza. Se producen sinergias entre los colectivos o las personas a nivel individual que se acercan a colaborar y todo surge, alrededor de la acción artística.
VALORES
Somos la única empresa acreditada con el sello Bai Euskarari. Así y con el uso del euskera como eje -a petición del cliente se realizan también en castellano o proyectos bilingües- , trabajamos los valores. Se promueve la investigación y la crítica, el análisis y a través de la reflexión se toman decisiones sobre la forma y el motivo con las que representar temas como la convivencia, la memoria del lugar, la igualdad y la tolerancia…
MUJER
Los proyectos muralísticos -muralismo transformador- están dirigidos por la artista vasca Irantzu Lekue que cuenta con la colaboración de un equipo motor. Mujer, innovación y juventud unidas de la mano para mejorar, transformar la sociedad.
EXPERIENCIAS
Todo comunidad que emprende su proyecto muralístico, lo hace suyo, lo siento suyo, lo convierte en seña de identidad. Así se forma una unión más fuerte con su entorno -con el barrio-, mejora su autoestima, la experiencia diaria, la estética y la seguridad del entorno…También se fortalecen las relaciones entre los participantes y también su relación para con su entorno, convirtíendose en creadores y generadores de convivencia.